Muerte en una comisaría: la familia de Florencia Morales duda que haya sido un suicidio
La mujer, de 39 años, fue encontrada sin vida en la celda donde estaba demorada por no respetar la cuarentena. La Policía pasó a disponibilidad al jefe de guardia de la comisaría de Santa Rosa.
La muerte de Florencia Magalí Morales generó conmoción y con el paso de los días crecen los interrogantes y se suman los cuestionamientos sobre lo ocurrido en la comisaría y en la celda. Desde Mendoza, lugar de origen de la mujer, la familia pone en duda la versión oficial de la muerte.
"En líneas generales la familia no está convencida del suicidio. Yo también tenía contacto con ella porque era clienta mía. Es verdad que estaba medicada, bajo tratamiento y tuvo problemas de pareja, pero se encontraba estable", afirmó en declaraciones a El Chorrillero, el abogado Santiago Calderón Salomón.
El domingo pasado alrededor de las 19, la mujer de 39 años fue hallada sin vida en la Comisaría 25° de Santa Rosa del Conlara. 12 horas antes había sido detenida por transgredir el aislamiento obligatorio. Según la oficina de prensa policial, no podía circular porque su DNI finalizaba en número impar. A esto se sumó que "agredió (rasguñó en la mano) a un efectivo".
En el informe, expusieron como principal hipótesis que Morales se quitó la vida. "Tenía asido a su cuello un cordón (posiblemente de la capucha del buzo que vestía) atado en el otro extremo a la bisagra superior de la puerta de madera de la celda", se consignó. El resultado de la autopsia reveló que la causa de muerte fue producida por "asfixia mecánica".
El abogado, que asumirá este viernes la defensa, señaló que el hecho "llamó la atención" de los allegados a Morales, quienes también "desconfían del personal policial".
Explicó que una de las hermanas de la víctima viajó el lunes desde Mendoza hasta Santa Rosa. "No tuvieron la posibilidad de vestirla o ver el cuerpo. Hay varios detalles que hacen sospechar a la familia", sostuvo.
La investigación caratulada como "averiguación de muerte" recayó sobre el juez de Instrucción Penal de la Tercera Circunscripción, Jorge Pinto.
Calderón Salomón, señaló que la mujer "tenía muchas razones para seguir viviendo". "Estaba bien, estable y fuerte por los chicos", dijo.
Morales estaba a cargo de dos hijos y una nieta. Había llegado hace más de un año a la localidad junto a su marido. Otra hija se encuentra detenida en el Servicio Penitenciario procesada en una causa por homicidio. Al respecto, el abogado refirió que se aproximaba el juicio y "estaba interesada y confiada en que saldría en libertad".
El jefe de la Policía, comisario general Darío Neira pasó a disponibilidad ayer al jefe del servicio del guardia del domingo, oficial principal, Marcos Dionisio Ontiveros. La medida fue para "atribuir o deslindar de responsabilidades entorno a la conducta que le cupo al personal policial de guardia" el día del hecho.
"Difícilmente haya tomado esa decisión en una celda tras ser detenida", insistió Calderón Salomón y subrayó que la familia "quiere que se investigue hasta las últimas consecuencias".
Otro de los cuestionamientos a la fuerza policial fue que informó de la muerte más de seis horas después.
Desde la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, una organización nacional, se ocuparon del caso. El abogado Ismael Jalil le escribió una nota al juez Pinto en la que señala: "Hemos tomado conocimiento del grave hecho que se está investigando a través de la familia de la víctima, notas periodísticas y del propio comunicado que ustedes hicieran público oportunamente. Es intención de la familia Morales presentarse formalmente en la causa, para participar activamente en la investigación con los alcances que la ley les otorga".